domingo, 22 de marzo de 2009

CAMBIOS DE PRODUCCION EN LA EDAD DE LA INDUSTRIA





La industria, entendida como el conjunto de actividades orientadas a la transformación de materias primas en objetos o productos útiles y preparados para el consumo, en su evolución a lo largo del tiempo no experimenta un cambio conceptual, básico o consustancial, solo cambian los procedimientos de fabricación.
Este cambio en los procedimientos de fabricación también interviene en los procesos de construcción.
La relación entre conocer la naturaleza y modificarla mediante la técnica no varia a lo largo de la época industrial. La producción en serie de productos de consumo es la culminación de la exploración de esta relación.
Maquina e instrumento son deseos ancestrales del hombre, en cuanto que minimizan el esfuerzo necesario para realizar un trabajo. Mientras que el instrumento ayuda a la realización de un trabajo multiplicando la fuerza aplicada por el hombre, la maquina sustituye esta fuerza ya que la maquina posee fuerza autónoma y también movimiento autónomo.
La aparición de la maquina en la historia del hombre es gradual. Ya en la edad media existían múltiples ejemplos de la utilización de fuerzas ajenas a la fuerza motriz animal: la fuerza del agua en sierras, molinos y telares hidráulicos, la del viento en molinos y fuerzas mecánicas con la aparición del reloj.
El uso de instrumentos es aun más antiguo, poleas y palancas son conocidas desde el antiguo Egipto y difundidas en la antigüedad clásica.
Con la aparición de la ciencia se inicia la exploración de la maquina, el conocimiento de sus posibilidades, previendo sus resultados y mejorando su eficacia.
La utilización del vapor de agua como fuerza motriz ya no depende de causas externas como el agua de los ríos o el viento y también provee a las maquinas de un flujo de energía mas regular. A vapor de agua le sigue la utilización del petróleo, la electricidad y la energía química y nuclear. Todas estas fuentes basan su utilización en la autonomía, ya que no dependen de factores externos a la alimentación de la maquina y también a que proveen de un flujo de energía regular y controlado.
A partir de la energía regular del vapor las maquinas fabrican regular y controladamente y también se posibilita el dotar de movimiento autónomo a los medios de transporte.
El nuevo sistema económico propio de las ciudades (la aparición de la burguesía, del comercio…) proporciona la base social para la fabricación en serie ya que hacen surgir las necesidades y la posibilidad de adquisición de los nuevos productos manufacturados.
La producción en serie es una necesidad en el sector bélico, la necesidad de armar soldados en gran numero, de vestirlos (uniformarlos), la misma imagen del ejercito como repetición de unidades aboca a la fabricación en serie. Acuciado por las necesidades del ejército se investiga la producción de hierro, que a su vez posibilita el desarrollo de los hornos.
Al generalizarse las industrias bélica y textil y masificarse se llega a la revolución industrial del s XIX.
Para proveer a la industria de materias primas y proceder a la eliminación de sus desechos se impulsa el desarrollo de los medios de transporte, posible así mismo gracias a la producción de hierro necesario para la construcción de ferrocarriles, vías.
En cuanto al ámbito constructivo el primer elemento seriado seria el adobe o ladrillo secado al aire y fabricado en moldes. También los sillares, elementos constructivos de piedra labrada, son regulares gracias al esfuerzo humano.
En el mundo clásico, el ideal estético partía de la regularidad, el equilibrio y la repetición de elementos (columnas del Partenón).
“La lógica de la construcción pide regularidad”.Toda obra arquitectónica necesitaba de un sistema de medidas que relacionen las partes entre si y con el todo. Hasta finales del sXVIII no se va a institucionalizar el metro como medida universal (en la Edad Media se utilizaba la vara equivalente a 835 mm y 9 décimas).
A partir del Renacimiento la regularidad se convierte en premisa estética y los trabajos constructivos debían seguir fielmente el proyecto previo. Se uniforma la construcción y la ornamentación.
Los primeros elementos seriados propiamente dichos en la construcción se dan a partir de la aparición del hierro de fundición.
El hierro de forja había sido utilizado desde la antigüedad en forma de refuerzo por su capacidad de absorber las fuerzas de tracción y por su flexibilidad, era utilizado en forma de grapas que unían la piedra y ocultadas sistemáticamente.
El hierro se utiliza en funciones estructurales en la construcción a partir del sXVIII. La aparición del hierro como elemento constructivo cambia la estética de los edificios ya que permite afinar las dimensiones de los elementos pétreos.
El vidrio experimenta una revolución industrial paralela a la del hiero. Hasta su producción en serie había sido privilegio de las iglesias en forma de vidrieras o de los palacios pero nunca accesible al pueblo en general por ser un bien caro en su producción y escaso.
A partir de la aparición del hierro y del vidrio seriados para la construcción, el mismo hecho de la construcción se convierte en un proceso seriado, por su abaratamiento, la aceleración del proceso de construcción y por su estética que iguala los edificios con los productos salidos de la fábrica.
Me parece interesante señalar que se comprendieron antes los recursos técnicos del hierro como elemento constructivo que sus posibilidades estéticas que fueron desarrollándose con su uso. Visto con la perspectiva del tiempo ambos procesos parecen que se desarrollaran a la vez.
La principal posibilidad técnica que facilita el uso del hierro es la diferenciación de los elementos arquitectónicos, otra es que cambia el concepto de fachada.
Las consecuencias en la estética de la construcción es el concepto de arquitectura se hace mas grácil, mas efímera, mas esbelta, mas libre en las formas, mas precisa, que establece mas tensiones entre los elementos arquitectónicos diferenciados.
En la evolución en la utilización del hierro del hierro se reflexiona sobre sus posibilidades para dar a las estructuras metálicas un lenguaje arquitectónico. Así en el s XIX aparece la arquitectura-ingeniería en la que arte y técnica son conciliables. Así arquitectos como VIOLLET-LE-DUC investigan profundamente las posibilidades de los nuevos materiales y otros constructores ingenieros como EIFFEL o LABROUSTE van a preocuparse de las posibilidades estéticas de la ingeniería (1).
La arquitectura de hormigón armado sigue cronológicamente a la del hierro, y surge al principio como una arquitectura secundaria, industrial y operativa, para pasar después a todos los ámbitos.El hormigón se asocia al hierro para apropiarse de su resistencia a la tracción.
El despliegue arquitectónico y la muestra de las posibilidades del hormigón pertenecen ya al s XX. Sus posibilidades estéticas son una arquitectura monolítica aunque mas diáfana y ligera que la arquitectura de piedra picada, posibilita una vuelta a la continuidad y a la unidad de las formas que la utilización del hierro había fracturado.
La imagen de montaje, de mecanismo, que el edificio de estructura metálica acerco al orden visual de la industria, a su secuencia rítmica de producción, a la morfología de sus maquinas, queda como un emblema del s XIX y se mantiene, según como, en la arquitectura contemporánea que se rige por la estructura metálica.
Como conclusión diría que cada nuevo elemento constructivo resultado del avance de la técnica, ofrece nuevas posibilidades estéticas que se desarrollan con su uso en los edificios.

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